miércoles, 17 de diciembre de 2014

Desde mi alma de madre... Carta a Maricela Escobedo Ortiz a 4 años de su asesinato.

Desde mi Alma de madre te digo Maricela:
Me duele que te duela la muerte de tu niña,
porque con 16 años no se es aún mujer,
aunque las niñas jueguen a parecerlo,
aunque los amores sólo sean juegos de ensayo y error.
Para tu niña Marisol,
tristemente,
fue error mortal.

Tu hija no, tampoco tú, sabían de la maldad
de seres sin nombre
que pisotean las flores de la primavera
e inundan con sangre los arroyos
de este país amado.

Te miro meciendo en tus brazos a la pequeña,
a tu pequeña Marisol, lejos de esos días trágicos,
lejos de la imbecilidad y el veneno social.
Te miro con la mirada feliz y llena de Amor,
mientras ella se duerme, segura de tu protección amorosa.

¿En qué momento, Maricela, se fue de tu regazo?
Si hace unos momentos, hubieras dado tu cuerpo para que nada atravesara el de ella...
¿En qué momento y por qué absurda razón, aparece tu bebé en un basurero de Ciudad Juárez?
Ella con su piel hermosa, morena y rozagante, ahora quemada, putrefacta.

¿Cómo puede soportar tal situación una madre? ¿O un padre?
Oh, memoria que me has fallado:
¿Por qué olvidé la historia de Marisol y su madre Maricela?
Ahora ahí están más jóvenes, con la juventud a flor de piel, con sueños, con derecho a vivir,
quemados y tirados en un basurero, en uno de tantos más que son
¿el destino de nuestros hijos?

¡Ahh! México...¡ Maricela!, quiero llorar de nuevo como hace 4 años
cuando me enteré de la forma como te mataron, sólo por pedir Justicia,
me duele tanto tu muerte como ahora la de aquellos 43 jóvenes,
que como tu hija Marisol y miles de hijos más,
no tuvieron derecho a la vida en este país amado...

El dolor se multiplica,
la impotencia se desborda, pero
la indignación ¿es paralizante?
Ayer (el mismo día que te mataron pero cuatro años después)
asesinan al hijo de un ciudadano que quiere justicia en Michoacán.
Mañana ¿quién sigue? ¿el hijo, la hija, los hijos de quién?

Tu dolor no te paralizó Maricela:
De la tumba de tu hija, te levantaste,
enjuagaste tus lágrimas
 y saliste a luchar contra tres monstruos que esclavizan a este país
y que devoran lo mejor que tiene (sus jóvenes):
corrupción
complicidad
impunidad

Te levantas y caminas Madre Coraje,
Madre Bandera,
Madre Sublime, Dolorosa, Valiente...
¿Qué más se puede perder si has perdido a tu hija?
Soportas más violaciones, más delincuencia institucional.
La "justicia" deja en libertad al asesino confeso de Marisol.
Victimizan a la víctima.
La vuelven a quemar y echar al basurero,
pero ahora son los jueces.
La justicia es ciega, demasiado...

Pero, Madre Coraje, Madre Valiente,
MARICELA ESCOBEDO ORTIZ
¿A quién le estorbabas? ¿Para quién eras la "vieja incómoda esa"?
¿Quién manda a tus sicarios para callarte la boca?
¿No era posible soportar a una mujer tan "macha" y tan temeraria?
¿Por qué te dejaron sin tus escoltas esa noche?
Creo que mandaron a matarte sólo porque eras una mujer,
una mujer que habló y gritó a los 4 vientos para que todo el mundo mirara
el FEMINICIDIO  que como política y cultura vienen imponiendo nuestros "superiores".

Los tres monstruos ganaron una nueva batalla.
Te callaron y te quitaron el derecho a vivir sólo por pedir Justicia
para tu hijita doblemente asesinada...
Los padres y madres de los 43 estudiantes de Guerrero, lo saben,
saben qué incómodo es para los señores del poder y del dinero,
que los oprimidos griten la verdad...

La noche del 16 de diciembre de 2010, te callaron...
Pero tu asesinato y el de Marisol no fueron en vano...
Estás viva y eres nuestra Madre Coraje, nuestro ejemplo.

Te recuerdo y aún tenemos mucho que hacer para que esto no ocurra nunca más.
Un beso donde quiera que estén las dos...

MJFA
17 de diciembre de 2014.

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